a picture is worth a thousand words

Isabel

Siempre me ha costado mucho hacer mis ilustraciones para la gente que realmente me importa. Ilustrar a alguien con el que no tengo ninguna vinculación es fácil, hay como una distancia, una barrera que me mantiene a salvo a este lado. Observándolo todo a través de una pequeña ventana con botones abierta al universo digital.

Pero si es alguien que me importa se deshace la frontera, las palabras rompen la pantalla y me acompañan todo el día recordándome que no están en su sitio o que no son las buenas. Así que tengo que hacer un enorme esfuerzo para dar por buena una ilustración que siempre creo que está sin terminar.

Y a mí me parece que es un poco como la vida misma, que andamos tratando de hacer las cosas bien pero sin creer que hemos terminado nunca nada, entre lo mío y lo tuyo, el egoísmo y la generosidad, las risas y las lágrimas. Por un camino de grises donde raras veces se topa uno con el blanco o el negro.

A medida que me hago viejo me doy más cuenta que lo importante en realidad es ese camino, quien te acompaña y los que se van sumando a tu destino.

La imagen es una de mis fotos favoritas. Esta lejos en el tiempo, pero yo sigo viendo en ella las mismas cosas de siempre. Isabel aún no lo sabía, pero ya estaba llena de palabras, de promesas y de razones.

Feliz Cumpleaños Guapita.

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