La palabra ‘prĂłjimo’ es una hermosa palabra que viene del latĂn proximus y significa prĂłximo, el que está cerca, el que es como tĂş, tu vecino… ‘PrĂłjimo’ no hace distinciones, ni especifica si eres de derechas, ni de izquierdas, ni mujer, ni hombre, ni homosexual o hetero, ni de quĂ© equipo eres, si eres gordo o flaco, o gracioso o más bien tirando a serio, si fumas, te gusta la butifarra, o comes caracoles con las manos.
PrĂłjimo es MarĂa, JosĂ©, Antonio, Carmen, Ana, Luis, Teresa… Es fácil reconocerlos, están ahĂ cuando hace falta, manchados de pies a cabeza. Solo te preguntan si necesitas ayuda, no te clasifican antes de ofrecĂ©rtela, no dibujan una lĂnea roja para decidir si te ayudan o no. Es muy difĂcil dibujar una lĂnea roja en el barro.
Basta ya de que la polĂtica ocupe todo. Que no te engañen. No son los tuyos, no es tĂş equipo de futbol, no son tus colores, y desde luego no es ni tu familia ni tu vecino y, hoy en dĂa, desde luego para los polĂticos tĂş no eres el prĂłjimo. Tres semanas despuĂ©s de la tragedia siguen ahĂ a los suyo, escurriendo responsabilidades, intentando mantener el relato, aprovechando la oportunidad, ajustando cuentas y llenando titulares que la verdad es solo dejan mal sabor de boca. No es que este cansado, es que estoy asqueado.
Basta ya.