El caso es que me cabrea enormemente ver cómo se utilizan las palabras para alterar o justificar cualquier cosa. Parece que si haces una triple pirueta verbal vas a poder ajustar el sentido de la realidad a lo que a uno le interesa, es como el Circo del Sol versión 1984. Y lo peor es que funciona. Parece que se hemos perdido el sentido común y la mÃnima pizca de pensamiento crÃtico que ha traÃdo a la humanidad hasta donde estamos.
Pero lo cierto es que no es asÃ. La verdad es inmune a las palabras, y para el que tiene que aceptarlas como buenas supone un colapso en su integridad que se refleja en sus gestos, en su cara, en sus ojos… Y eso me pareció ver en Zelenski con su reunión con Trump. A una persona con una realidad aplastante que tiene que plegarse a las palabras de otro porque no le queda otro remedio. Por los suyos.
Mi pequeño tributo de despedida deportiva a Rafael Nadal, mejor simplemente Rafa, con un puñado de adjetivos que se han utilizado una y otra vez durante toda su carrera deportiva.
My little tribute to Peter Higgs, who passed away few days ago.
If you don’t know who Peter is he was a British theoretical physicist who predicted the existence of a new particle and waited for almost 50 years to be discovered and confirmed. That’s the reason why I love one of his quotes: “It’s nice to be right sometimes.”
Because of this he won the Nobel in Physics in 2013.
The particle was called the “Higgs boson” or the “particle of God”, despite the fact that he was a self declared atheist.
The vector portrait of Peter is composed with all names in list of Nobel laureates in Physics from 1901.
El 1997 el campeón del mundo de ajedrez era un ser humano, su nombre es Garry Kasparov e incluso hoy en dÃa hay quien lo considera el mejor jugador de todos los tiempos. Kasparov tuvo la osadÃa de aceptar la revancha frente a Deep Blue, un super ordenador en el que IBM habÃa montado un sistema experto entrenado exclusivamente para jugar al ajedrez al que ya habÃa ganado previamente. Para sorpresa de todo el mundo esta vez Deep Blue ganó el torneo a seis partidas frente a Kasparov.
De este modo el mÃtico juego donde la creatividad y la estrategia humana parecÃan invencibles pasó a estar en un segundo plano emocional. Es un poco como cuando no te aceptan pulpo y tiras el Scattergories por la ventana.
Pero mira por donde ya han pasado más de 25 años y el ajedrez ha vuelto a resurgir con fuerza. De repente hay millones de jugadores pasándolo en grande, modos nuevos de jugar, partidas apasionantes, retransmisiones en directo, vÃdeos de partidas clásicas, dominios petados de gente buscando su próxima vÃctima o verdugo, e incluso algún que otro ‘marujeo’ que mantiene el ambiente entretenido. Y yo no puedo estar más feliz. He vuelto a saborear este maravilloso juego asomándome a las partidas de Magnus Carlsen (https://twitter.com/magnuscarlsen), viendo la sonrisa polÃglota de Anna Cramling (https://www.youtube.com/@AnnaCramling) y disfrutando con la pasión con la que Juanjo ReyDama habla de sus caballos lechugueros (https://www.youtube.com/@Reydama)… e incluso jugando una partidita rápida de vez en cuando en Chess.com.
Anna Cramling y la palabra ‘ajedrez’ en más de 50 idiomas
Y justo en este momento ocurre el alzamiento de las Inteligencias Artificiales. Un concepto en el que, en realidad, estamos colocando multitud de cosas dispares que sin embargo se pueden resumir en una sola frase: La máquina lo hace más rápido y, casi siempre, mejor. Quizás aún no mejor que nuestros ‘campeones mundiales’, por ahora, pero sin duda lo suficientemente bien como para intimidar a muchos seres humano en un montón de disciplinas.
We use cookies to ensure that we give you the best experience on our website. If you continue to use this site we will assume that you are happy with it.OkPrivacy policy